Las iglesias recomendadas en Roma (capítulo II)
En el primer capitulo de las iglesias que te recomiendo si visitas Roma ya te adelantaba las principales. Ahora nos adentramos tres de ellas que se encuentran muy cerca de estaciones de la linea B (azul) de Roma y que por tanto podrías verlas casi de seguido el mismo día.
Santa María Maggiore: La iglesia dorada de Roma
Santa María La Mayor o Santa María de las Nieves es otra de las iglesias más importantes. Se encuentra situada en las cercanías a Termini por lo que llegar en metro o acercarse si se va a viajar en tren no costaría mucho, se encuentra a 5 minutos a pie.
Se trata de una basílica que tuvo su diseño en el siglo III y que posteriormente fue restaurada y ampliada por los diferentes papas durante la edad media. Es la iglesia más importante de Roma dedicada a la Virgen y eje central de la fiesta de la Asunción, el conocido como Ferragosto en Italia.
De la basílica cabe destacar el tamaño de sus techos dorados, la planta alargada y no en forma de cruz, el detalle de los suelos, el campanario medieval y sobre todo el tamaño de la fachada, que sorprende en medio de la localización donde se encuentra.
Otra cosa a destacar es la vinculación que tiene con España. En el siglo XVII el rey Felipe IV acuerda con el papa Inocencio X la asignación de una aportación anual a la basílica a cambio de honores litúrgicos para su familia. Desde entonces se nombra a los Reyes de España como «protocanónigos honorarios». El último en aceptar ese nombramiento fue Juan Carlos I en 1977.
San Pablo Extramuros: La iglesia de Roma con los cuadros de los Papas.
La iglesia de San Pablo fuori Mura (extramuros) es una de las cuatro basílicas mayores de Roma. Las otras tres es la anterior, Santa María la Mayor, San Pedro del Vaticano y San Juan de Letrán (San Giovanni in Laterano). Además estas cuatro son de las iglesias católicas más antiguas de Roma.
Es una de mis favoritas tanto en el interior como en el exterior por sus jardines, su arquitectura y el detalle de las imágenes de los papas en el techo. Pero tiene un pero y es su lejanía con respecto al resto de cosas para ver en Roma. Es bastante accesible y de hecho, tiene su propia parada de Metro. Pero si quieres ir a verla, no te queda otra que llegar, verla y volverte, no hay mas cosas para ver. Está a 11 km de la Ciudad del Vaticano pero merece realmente la visita.
Los orígenes de la iglesia se remontan incluso a antes de Cristo. Durante siglos fue campo santo y miles de romanos se enterraron allí. Uno de los más famosos, el propio San Pablo tras su ejecución por las tropas de Nerón. Hasta el siglo III d.C. mantuvo esa función hasta que el emperador Constantino en el siglo IV mandó crear una basílica. Fue evolucionando con papas, emperadores e incendios implicados.El incendio del siglo XIX provocó que hubiera que reconstruirla de arriba a abajo. Acabó con un edificio que llevaba más de 1400 años en pie.
San Pietro in Vincoli: Reliquias y el Moisés de Miguel Ángel
La basílica de San Pietro in Vincoli, San Pedro encadenado es una de las iglesias de Roma que te recomendaría visitar. Se encuentra muy cerca del Coliseo y de la estación de Termini. No es una iglesia que tenga muchas visitas debido a que no es una zona muy transitada. Se encuentra cerca del Coliseo pero hay que subir por unas escaleras y no es muy evidente que está allí.
En esta basílica se encuentra una de las reliquias religiosas más importantes de la ciudad. Las cadenas de San Pedro que le retuvieron durante su encarcelamiento en Jerusalén.
Además, como buena iglesia romana que se precie, es un pequeño museo con varias obras de gran valor entre la que destaca el Moisés de Miguel Ángel. Fue esculpida en el siglo XVI para colocarse junto a la tumba del papa Julio II en la Basílica de San Pedro pero finalmente está ocupando un lugar especial en esta iglesia, considerada menor.