Las Cataratas del Niágara
Las cataratas de Niágara son un grupo de cascadas situadas entre la frontera de Estados Unidos y Canadá. Una separación física de la región de Ontario (Canadá) y el estado de Nueva York (EEUU). Lo conforman tres cascadas, la canadiense, la estadounidense y el Velo de la Novia que es de una dimensión menor.
Las cataratas se encuentran a unos 236 metros sobre el nivel del mar y en su punto más alto, la cascada tiene una caída de 64 metros sobre el río Niágara.
En la actualidad la zona conforma una de las zonas más turísticas de Norteamérica por su proximidad con las ciudades de Nueva York y Toronto. En ambas vertientes existen complejos de ocio y hostelería que complementan la oferta que ya produce por si sola el espectáculo de la naturaleza.
El ocio en las cataratas del Niagara
La gente empezó a acudir desde los inicios del siglo XX desde diferentes puntos del mundo. Algunos promotores intentaron aprovechar el tirón turístico para ofrecer un paquete de actividades que complementaran la visita. Empezaron a construirse hoteles, restaurantes y hasta casinos en las dos vertientes y a día de hoy prácticamente la visita a las cascadas son la anécdota.
De la amplia variedad de opciones destacaría el Casino Seneca Niagara que es además hotel y restaurante buffet de gran calidad. Se encuentra en la parte americana y es una buena opción para poder finalizar el día de visita de las cascadas.
En la parte canadiense hay también multitud de lugares donde pasar un buen rato o de comer algo para continuar el viaje.
Todos estos sitios unidos a los mejores sitios para ver las Cataratas del Niagara hacen que la zona sea un destino turístico perfecto para locales y extranjeros.
Los saltos de las cataratas
De las historias que más llaman la atención de las Cataratas del Niagara son las innumerables ocasiones en los que personas han intentado saltarlas.
- La primera persona de la que se tiene conocimiento que saltó y sobrevivió fue Sam Patch en 1823.
- De las más recordadas será la historia de Annie Edson Taylor que en 1901 salto desde la catarata canadiense, llamada Horseshoe Fall (Cascada de la Herradura). Lo llamativo del salto fue que lo hizo dentro de un barril y a los 61 años. Para comprobar la resistencia del barril, días antes realizó un ensayo con un gato dentro que sobrevivió al impacto.
- Ya en 1990, el ilusionista David Copperfield finalizó igualmente la proeza.
5 respuestas
[…] hasta las Cataratas del Niágara para verlas desde un mirador y no tener otro punto de vista se puede considerar prácticamente un […]
[…] edificios coloniales, quizás la mejor visita que se puede realizar desde Toronto es a las vecinas Cataratas del Niagara. En una hora y media en coche se puede llegar hasta la zona canadiense de las cataratas del […]
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