La Mezquita de Córdoba
Mezquita-Catedral de Córdoba, Gran Mezquita de Córdoba, Catedral de la Asunción de Nuestra Señora, Catedral de Córdoba o Mezquita de Córdoba son nombres que ha ido teniendo un recinto que es el emblema de la ciudad andaluza de Córdoba.
Se encuentra en medio de la ciudad cordobesa a escasos metros del Río Guadalquivir y es posiblemente el recinto árabe que mejor se conserva después de que los Reyes Católicos expulsaran al pueblo morisco allá por el siglo XV.
Historia
La Mezquita-Catedral se empezó construir en el siglo VIII utilizando de base una basílica cristiana. Posteriormente, tanto el Califato como el Emirato de Córdoba hicieron sendas ampliaciones hasta llegar a nuestros días.
Durante mucho tiempo fue la segunda mezquita más grande del mundo superada únicamente por la mezquita de La Meca. En 1588, años después de que se utilizara para el culto cristiano, fue superada por la Mezquita Azul de Estambul. Es en ese siglo XVI además, cuando se pide construir una basílica de estilo renacentista en el interior de la mezquita.
Modificaciones y ampliaciones
La reconquista de Córdoba en 1236 por las tropas cristianas de Fernando III de Castilla hizo que el templo se tornara a cristiano. Para entonces, ya habían sido realizadas varias ampliaciones de la originaria Basílica de San Vicente Mártir que fue previa a la construcción de la mezquita.
En el 788 Abderraman I construyó una primera ampliación inspirándose en la Mezquita de Damasco, igualmente no orientada hacia La Meca sino hacia el sur. La incursión de numerosas columnas simulaba un palmeral.
Hisham I fue el que mandó construir el primer alminar que posteriormente fue destruido por Abderraman III y que se encuentra parcialmente embutido en el actual campanario-alminar de la Mezquita-Catedral.
En el siglo IX la ciudad de Córdoba estaba creciendo y la zona de culto se estaba quedando algo escasa. Durante el califato de Abderraman II se iniciaron las obras para ampliar la zona de oración. Para ello alguno de los muros previos fueron derribados. Ya con Abderraman III no se realizó ninguna modificación en el templo, si no en el exterior. Sumado a la modificación del alminar, se realizaron trabajos para ampliar el patio exterior.
En el siglo X, con el momento culmen del califato, las mejoras que trajo Alhakén II fueron orientadas a mejorar la estética interior del recinto. Es durante las obras dirigidas por Chafar, chambelán de Alhakén, cuando se construyen lucernarios para que entrara mayor cantidad de luz al recinto. También de esta época son los mosaicos hechos por artesanos bizantinos cargados con trescientos veinte quintales de teselas.
Antes de pasar a manos cristianas, Almanzor realiza la que sería la mayor ampliación de la mezquita. Todas las anteriores se habían realizado hacia el sur, hacia el río, pero esta última no se podría realizar por falta de espacio y se realizó hacia el este, teniendo que expropiar las casas colindantes.
Hasta 1236 la gestión fue llevada por los diferentes mandatarios islámicos. Ese año, Fernando III de Castilla convierte el recinto en cristiano y comienza la construcción de la Capilla Real.
En el siglo XV, el obispo Iñigo Manrique es el que manda construir un templo cristiano dentro de la planta de la mezquita. Un siglo después, finaliza todo el proceso, rompiendo con los postulados espaciales islámicos.
Después de realizar estas modificaciones que rompían con la estética de la mezquita, Carlos V llegó a decir: «Habéis destruido lo que era único en el mundo, y habéis puesto en su lugar lo que se puede ver en todas partes», haciendo alusión al templo cristiano construido en el interior de la Mezquita de Córdoba.
El Patio de los Naranjos
Antes de entrar en la Mezquita, está el famoso Patio de los Naranjos. Se trata de un jardín que proviene del patio de abluciones de Abderraman I y posteriormente ampliado. Su nombre viene de los 98 naranjos que hay en su interior junto a dos fuentes principales: La Fuente de Santa María y la Fuente del Cinamomo, terminada en el siglo XVIII junto a un árbol que le da nombre.
El recinto tiene una planta rectangular de 130 metros de largo por 50 de ancho rodeados de unas galerías porticadas y seis puertas que permiten al visitante acceder desde el exterior.
La entrada al recinto de la mezquita es de pago salvo en horas de misa pero la entrada al Patio de los Naranjos es libre y gratuita. Se recomienda no obstante entrar al recinto y a poder ser con una guía o audio guía que permita identificar los detalles principales y las diferentes ampliaciones.
Dado el calor de la ciudad cordobesa, se recomienda ir a primera hora o a última (cierra a las 19h). Para más información, visitar la web de la Mezquita.
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6 respuestas
[…] niveles. Tiene una altura total es de más de 30 metros, comparada con los más de 50 metros de la Mezquita de Córdoba, la otra gran mezquita de occidente. Ocurre además que Kairouan está hermanada con la ciudad […]
[…] jardín principal que se encuentra al final del recinto recuerda al Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba aunque de un tamaño […]
[…] en Córdoba es pensar en su mezquita. Obra maestra delegada del paso de los árabes durante sus siete siglos de estancia y transformada […]
[…] Cuando acudimos a conocer el Barrio árabe fuimos de noche y no pudimos acercarnos a la mezquita. Sinceramente no se si nos hubieran dejado pasar (algunas mezquitas están destinadas exclusivamente al culto y a sus fieles) pero por lo que he podido leer tiene algunas mezclas árabes y chinas que recuerdan a las mezclas cristianas y árabes de la Mezquita de Córdoba. […]
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