Visitar el Vaticano y no perderte nada

Viajar a Roma y no pasar por el Vaticano es un verdadero pecado. Pero visitar el Vaticano no es exclusivamente a la Basílica de San Pedro. Es más, existen muchas otras iglesias en Roma que merecen la pena, incluso más que la propia basílica.

La Ciudad del Vaticano es un estado independiente de Italia que se encuentra rodeada por la ciudad de Roma en el noroeste de la misma. Es un estado independiente con su propio primer ministro, el Papa vigente, sus leyes y sus fuerzas del orden propias, la guardia suiza. Pero no te preocupes, no hace falta pasar por una aduana ni tienes que llevar tu pasaporte.

Seguramente que antes de visitar el Vaticano sepas que es el estado más pequeño del mundo con una superficie que no llega al kilometro cuadrado y una población de en torno a mil personas y no todos sacerdotes como se podría pensar aunque la gran mayoría si miembros de la Iglesia. En el listado mundial existe otro país muy cerca, la Serenísima República de San Marino que es increíblemente más grande (60 km2 y prácticamente 35.000 habitantes).

No nos dejemos engañar por una superficie pequeña porque la Ciudad del Vaticano tiene infinidad de cosas por ver y sus atractivos turísticos generan tanta demanda que perfectamente podríamos dedicarle tres días completos a ver todo a la perfección. Con este texto pretendo posicionar todo lo interesante a ver y mis recomendaciones para que tu visita sea lo más completa posible

Qué hay que ver en el Vaticano

Dividiríamos en tres los puntos a visitar dentro de la ciudad. Los exteriores que el punto más importante es la Plaza de San Pedro y el mirador de la cúpula de la Basílica; los recintos religiosos como la propia Basílica y la necrópolis bajo ella y por última los Museos Vaticanos que además de una infinidad de arte, no todo relacionado con la religión, tiene en su interior la Capilla Sixtina. Te indico en este mapa todo para que lo tengas visualizado

Los exteriores de la Ciudad del Vaticano

Si quisieras únicamente visitar el Vaticano sin entrar en un recinto cerrado te aseguro que en media mañana has recorrido toda la ciudad. La superficie es pequeña y aunque te pares a ver la Plaza de San Pedro, a pies de la Basílica, no tiene tanto que ver como para invertir más tiempo. Eso si, si no entras a nada, es como si no hubieras estado porque las verdaderas maravillas están bajo techo.

La Plaza de San Pedro es una plaza con columnas que protege la entrada de la Basílica del visitante que venga desde el centro de Roma a través de la Via della Conciliazione que une el Vaticano con Castel Sant’Angelo y el Gianicolo. Castillo que aunque esté fuera del Vaticano podríamos decir que es un atractivo más del pequeño estado.

Desde la plaza se da juego al visitante a poder entrar a la Basílica, dirigirse a los Museos Vaticanos, a mano izquierda si se está mirando a la Basílica o a subir a la cúpula que su acceso se encuentra en la esquina derecha fuera del templo pero dentro de la propia plaza.

Subir a la cúpula es toda una experiencia. El recorrido no es sencillo ni recomendable para alguien con claustrofobia pero desde arriba se ve toda Roma y merece la pena subir.

Como atracción alternativa te recomiendo que visites la oficina postal del Vaticano. Parece algo absurdo o anticuado pero permite mandar una carta con un sello único desde el Vaticano. Además, tanto allí como en tiendas de los alrededores puedes hacerte con monedas de euro de curso legal propias del Vaticano, algo bastante codiciado por los coleccionistas.

Vista de los Museos Vaticanos desde la cúpula de la Basílica de San Pedro

Los interiores de los templos

Principalmente la visita debe realizarse al templo. Las dimensiones del mismo son francamente sorprendentes. Quizás no sea el templo más bello de toda la ciudad de Roma pero por dimensiones es algo que sorprende a todo el que entra. Recomiendo acudir a la sacristía donde se encuentra un listado con todos los papas y los años de sus papados.

Adicionalmente a entrar a la Basílica, te recomiendo puedas visitar la necrópolis vaticana. Allí reposan los restos de los papas y aunque el sitio es algo tenebroso por no tener demasiada luz, es una visita que merece la pena realizar.

Los Museos Vaticanos

Los Museos Vaticanos, si, en plural, son un conjunto de colecciones que son propiedad de la Iglesia y que están abiertos al público en su mayoría. Contienen una colección de restos arqueológicos, cuadros, esculturas, de origen griego, romano y egipcio. En definitiva, una infinidad de obras de arte que se pierde la cuenta en el visitante. El Museo de Museos como se le conoce entre los locales tiene una obra que sobresale respecto al resto que es la Capilla Sixtina, “una obra de evangelización de Miguel Ángel” como dice el Papa Francisco.

El hecho de que haya tanto que ver hace que la visita en un día se pueda quedar corta. Si se tiene tiempo y se quiere dedicar contemplación a todas las salas, un día y medio pueda ser lo correcto. Eso si, es posible que la entrada solo te permita la visita un día exclusivamente por lo que intenta entrar lo antes posible para abordar todas las salas sin pérdida.

Recomendaciones en la visita al Vaticano

Como siempre recomiendo, organización pulcra antes de la visita. Investiga todo lo que quieres ver y lo que puede costar en tiempo, esfuerzo y dinero, abordarla. Los Museos Vaticanos se pueden reservar online y si no te duermes al entrar puedes estar todo el día allí. El resto de lugares va a depender no únicamente de tu rapidez llegando, también del resto de visitantes y del aforo del lugar.

Evita los días en los que hay eventos religiosos. Miércoles, domingos y festivos pueden tener limitaciones de entrada hasta la tarde, tenlo en cuenta. Obviamente, esos días puedes aprovechar a visitar los Museos u otra parte de Roma.

No hace falta ser muy religioso ni creyente ni siquiera cristiano. La arquitectura, el arte y la historia que guarda el país más pequeño del mundo es algo que puede interesar a cualquiera. Tu creencia puede hacer que le dediques más o menos tiempo pero en general, todo lo que contiene el Vaticano es interesante para todos en general.

Si llegas en metro a la zona recuerda bajarte en Ottaviano. Algunas guías recomiendan también la estación de Cipro pero se encuentra peor posicionada. Si te bajas en Ottaviano entraras a la plaza a través de las columnas de la izquierda del recinto.

Para comer por la zona, siendo tan turístico, es posible que la calidad y el precio no sean las mejores de Roma. Para no perder tiempo en desplazamientos te recomiendo salirte del Vaticano por el acceso opuesto al que entraste si viniste en metro y buscar algún “pizza al taglio” (pizzas al corte) de las calles Via delle Fornaci y Via di Porta Cavalleggeri.

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