Rissani, el origen de la dinastía Alaouita
Quizás es una de las ciudades que en un top 5 o top 10 de las ciudades de Marruecos no verás aparecer. Rissani se considera la puerta del desierto marroquí, uno de los centros urbanos antes de encontrarte con las dunas de Erg Chebbi.
Si acudes al desierto y vas desprovisto de recursos acuérdate de Rissani como último punto para poder comprarlos. Cuenta con uno de los mercados más importantes de la zona al que acuden vecinos de pueblos de los alrededores. Sobre todo los martes, jueves y domingos cuando la gente acude para comprar comida y telas. Es un sitio muy genuino porque al estar alejado de las ciudades grandes y ser en su mayoría paso hacia el desierto no tiene mucho turista extranjero por lo que solamente se ven negocios locales frecuentados por gente local.
En mi caso personal no pude disfrutar mucho al ir hacia el desierto porque iba a anochecer pronto pero si cuando volvíamos de Erg Chebbi. Rissani cuenta con el famoso mercado que le hizo ser durante el siglo XIV una de las capitales comerciales del norte de África y paso de las rutas comerciales que iban hacia el mar con especias, telas, metales preciosos y desgraciadamente, también con esclavos. Al volver hacia Marrakech, volvimos a pasar por el pueblo y paramos en el mercado, de verdad, merece bastante la pena porque no hay impacto turístico alguno.
Mausoleo de Mulay Alí al-Sharif en Rissani
Pero si es conocida Rissani en Marruecos es por ser la ciudad que vio nacer al padre de la dinastía Alauita, Mulay Alí al-Sharif, sultán de Tafilalet en 1631. Tafilalet es la actual Rissani. Entre sus logros se encuentra la unificación marroquí y el asentamiento del islam en la zona ya que se suponía que era descendiente de Mahoma. El Rey actual de Marruecos, Mohamed VI pertenece a la dinastía al igual que su padre Hassan II. También su abuelo el Rey Mohamed V que consiguió la independencia del protectorado francés en 1956.
A parte de su mercado, Rissani y alrededores merecen una visita para conocer el Mausoleo de Mulay Alí al-Sharif. Un oasis vegetal rodeado de altas murallas y con fuentes que dan acceso a sendas mezquitas adyacentes. Solamente se puede acceder para la oración si se profesa la religión. Al jardín se puede acceder y con respeto, se pueden realizar fotografías.